Gabriela Godínez García
Debido a los cambios efectuados a la reforma
agraria de 1992, ha habido pleitos entre los propietarios de los terrenos
ejidales, además de un cambio en el tipo de cultivos, señaló Ramón Goyas Mejía,
académico del Centro Universitario de los Valles.
Goyas Mejía mencionó que no se ha dado un
gran transformación a las actividades agrícolas, sin embargo existen tendencias
de cambios de actividades de las que viven los ejidatarios. “Sabíamos desde
antes que había división y venta de terrenos, y la reforma aceleró ese proceso.
Antes las tierras ejidales, como propiedad social, eran inalienables,
indestructibles e inembargables”.
En la actualidad los terrenos son vendidos
por necesidad, siendo el campo uno de los sectores económicos más débiles,
además de que quienes se habían dedicado por mucho tiempo al mismo, hoy en día
poseen negocios propios o trabajan como empleados o en su caso emigran a la
ciudad o a Estados Unidos, pues para ellos ya no es redituable la producción
del campo.
El académico coordina el Estudio de impacto económico y
ambiental por la división de terrenos ejidales en el centro de Jalisco que
abarca cinco zonas: el ejido 5 de mayo, en el municipio de Ahualulco del
Mercado; Santa María de la Huerta, en Ameca; San Antonio del Potrero, en
Tequila; el ejido Cusillos, en Tala, y San Antonio Tlayacapan, en Ixtlahuacán
de los Membrillos.
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