Gabriela Godínez García
En este momento tan solo esta abierto un
espacio reducido en el Panteón de Belén, debido
a que se encuentra en restauración.
Este panteón cuenta con una gran tradición e
historia, ya que data de hace dos siglos, siendo su nombre original Santa Paula
sin embargo es conocido como Belén por el templo, que fue un proyecto de Fray
Antonio Alcalde en conjunto con el hospital civil, señaló Fabián Navarro,
coordinador de actividades de la dirección de cultura del Ayuntamiento de
Guadalajara.
Fue una obra del arquitecto Manuel Gómez
Ibarra, que se concluyo en 1848, quien realizo la cúpula del Sagrario
Metropolitano, de San José de Gracia y las torres de Catedral, entre otros; por
lo que era necesario por paso del tiempo además de su uso como museo en el que
asistían visitantes los cuales ocasionaron problemas en las tumbas.
Navarro, añadió que la restauración ha sido
lenta debido al deterioro que ha habido sobre todo en las tumbas, y que los
columnarios se encuentran relativamente en buen estado, ya que en los años 90´s
se realizo otra restauración; además de que otro de los problemas que se tienen
se debe al abandono por parte de las familias de quienes fueron enterrados en
este cementerio, ocasionando que crezca la maleza y rompa la cantera.
Por lo que han necesitado que acudan
especialistas para devolver el estilo en el que fueron construidos como el
mausoleo de los Luna Corcuera o la de la familia Cuervo que tienen estilos
arquitectónicos similares al principal construidos por el arquitecto Jacobo
Gálvez.
Señaló que para terminar la restauración es
necesario una gran inversión y de tiempo para que no solamente se realice una
obra de reconstrucción, sino de restauración respetando los estilos
arquitectónicos y de escultura; ya que a nivel nacional es considerado como una
joya ya que es uno de los pocos panteones que tienen una historia en cuanto a
sus tumbas de estilos con una mezcla de diversos tipos de arquitecturas.
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