Mariana Sánchez Espejo
El caos vial, falta de servicios, contaminación, incremento de la temperatura y demás son algunas consecuencias del crecimiento desmesurado; la notable creación de fraccionamientos en las aún orillas de la zona metropolitana, nótese que ya ni siquiera podemos usar el término Guadalajara, Zapopan, Tonalá, Tlaquepaque y prácticamente Tlajomulco para designar un área determinada, convirtiéndose en un conglomerado de municipios.
La “ciudad” ha crecido de una manera impresionante durante los últimos 20 años. Se necesita una reforma urgente en la normatividad establecida: Código urbano, Ley de desarrollo urbano, reglamento de zonificación, planes parciales… Partiendo de una normatividad general que ubique y especifique las limitantes del crecimiento urbano.
Las consecuencias ya están presentes y en constante evolución. Se necesita actuar de inmediato, descentralizar la economía, reactivar los pueblos que se tienen olvidados donde la mayor parte de sus habitantes migran hacia los estados unidos en busca de oportunidades para mejorar su situación de vida, ya ni menciono calidad de la misma.
Es ahora cuando debemos comenzar y remediar lo hecho, re planificando el crecimiento descontrolado, Nueva normatividad que se adapte y readapte la situación.
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