Sociedad no confía en partidos políticos debido a la corrupción

Gabriela Godínez García

Debido a la corrupción y el empoderamiento de unos cuantos, la sociedad no confía en los partidos políticos, explicó, Sergio Aguayo Quezada, Profesor investigador del Centro de Estudios Internacionales de el Colegio de México, durante su ponencia “Claves para reactivar la Democracia Fallida”.

El Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC) lo invito a impartir esta conferencia como parte del Ciclo los Desafíos de la Democracia en México.

Aguayo Quezada, explicó que al no haber alternancia por muchos años, se esperaba que los partidos de oposición representaran a la sociedad y equilibraran el poder que tenía el PRI, sin embargo tal solo incrementaron su autoridad ante el pueblo.

El académico mencionó que fue en 1996 cuando se les quintuplico el ingreso a los partidos políticos, situación simular a la acontecida en el 2007 cuando se  les otorga este beneficio, el cual no se le otorga a ninguna otra institución y que se incluye dentro de la Constitución Política.

A consecuencia de ello y la corrupción ha generado el alejamiento de la sociedad y que ha hecho que estos busquen sacar un beneficio ya sea a través de regalos dinero o proyectos durante las campañas, ya que dicen que cuando ganan ya se olvidan de ellos.

Añadió que personajes como Elba Esther Gordillo han contribuido al desencanto social, convirtiéndose en el caso perfecto de cómo se puede pervertir la democracia, ya que dijo ella cuenta con el equipo más sofisticado para procesar información sobre procesos electorales.

Este grupo no pide dinero a los candidatos, sino cargos y presupuesto; por lo que actualmente maneja un presupuesto mayor  al otorgado al Distrito Federal y el Estado de México.

Por lo tanto la democracia no son solo elecciones, sino la forma en que se la forma en que se distribuyen los recursos, siendo un país muy desigual, en donde la mayoría son pobres y se ha dado  un crecimiento exponencial de multimillonarios como  lo es Carlos Slim cuya fortuna asciende a 54 mil millones de dólares.